La promesa de la era de la información es la
liberación de una capacidad productiva sin precedentes por
el poder de la mente. Pienso luego produzco. Al hacerlo tendremos
tiempo libre para experimentar con la espiritualidad y la
posibilidad de reconciliarnos con la naturaleza, sin sacrificar
el bienestar material de nuestros hijos. El sueño de la
Ilustración, que la razón y la ciencia resolvieran
los problemas de la humanidad, está a nuestro alcance. No
obstante, existe una brecha extraordinaria entre nuestro sobre
desarrollo tecnológico y nuestro subdesarrollo social.
Nuestra economía, sociedad y cultura están
construidas sobre intereses, valores, instituciones y sistemas de
representación que, en general, limitan la creatividad
colectiva y desvían nuestra energía a una
confrontación autodestructiva. Pero esto no tiene por que
ser así: si las personas están informadas, son
activas y se comunican a lo largo del mundo; si la empresa asume
su responsabilidad social; si los medios de comunicación
se convierte en mensajeros en lugar de ser el mensaje; si los
actores políticos reaccionan contra el cinismo y restauran
la fe en la democracia, si la cultura se reconstruye desde la
experiencia……Si todo eso se hace posible, quizás
entonces, por fin, seamos capaces de vivir y dejar vivir, de amar
y ser amados.
Así pues y siguiendo el guión del
artículo de Sennet, he buscado material y posicionamiento
personal para dar sentido a la vida en continuo cambio que
experimentamos.
Existe otra visión paralela y compensadora de la
acción y reacción que esta provocando el cambio de
una sociedad que daba al trabajador una seguridad y estabilidad
laboral hasta su final de actividad y una compensación
económica estatal hasta el fin de sus días a otra
sociedad basada en el puro movimiento. Una de las reacciones a
analizar sería como el sujeto de esa sociedad
racionalizadora asume o no, se adapta o no a las nuevas
exigencias. Esta pregunta no se tendría que llevar a cabo
si eso no hubiera provocado un aumento considerable en las crisis
individuales, laborales, etc. En este sector, además ya no
hay sindicatos que te protejan, ya no vamos a la huelga porque el
patrón despida a alguien injustamente o no. Simplemente
ellos también han cambiado su función. Ya no
preservan tu estabilidad como trabajador. Ahora asesoran como
debes hacer "la salida", tienen una función exclusiva de
"chivos espiatorios" meros controladores de las normas que el
Estado no puede llegar a saber si se cumplen o no, sino es a
través de LA DENUNCIA.
Veo dos opciones para este cambio: la resistencia, la
frustración, el reproche, la inactividad al fin con un
discurso escapista (me atrevo a señalar), puesta al
servicio del capitalismo más feroz que en estos momentos
se da con determinada clase de obrero no formado, no cualificado
generando un economía sumergida explotadora. Y, otra la
acción, la adaptación (fruto de la atención,
percepción, y aprendizaje mediante nuestro proceso
cognitivo), cambiando el tono del RIESGO, CORROSION DE
CARÁCTER O GERMEN DE CAMBIO. Aún sabiendo que me
están "vendiendo la moto" como dice en su libro de tal
título Noam Chomsky. Los discursos filosóficos y
sociales no se debe poner solamente al servicio de la
tradición, la vida es un proceso de cambio. No podemos,
tampoco dejarnos embaucar por los extremos (vida o la muerte), al
fin y al cabo experimentaremos las dos cosas y no habrá
muerte sino hay vida y viceversa.
Vivamos todas las posibilidades. Adaptándonos a
un mundo de cambio.
En este barullo del cambio, en este centrifugado que
hace la sociedad Postindustrial ¿Qué pasa con
nuestra identidad? Pues la cultura parece sumida en la
vulnerabilidad y la desesperación.
A nivel individual, la sensación es que nuestra
vida carece de sentido como se demuestra en la inseguridad del
adolescente o en el rechazo y el aislamiento que sufren nuestros
mayores. Y en la búsqueda de significados podemos concluir
en una obsesión por la ética, la moral y las fobias
enfermizas.
Esta es la sensación tan desgarrada que me
produce el artículo que, lejos de estimularme de forma que
me predisponga a una reivindicación social, (que es lo que
yo esperaba del mismo), me conduce a una frustración y aun
sentimiento de desprotección e indefensión. Es
cierto que nos han dejado sin determinados privilegios sociales
para los que otros tuvieron incluso que entregar su vida, pero
también se nos presenta la oportunidad de hacernos
responsables de nuestras vidas y ejercer nuestra libertad. "El
hombre no acaba en la Ciencia y en la Tecnología es decir
una razón divinizada, las cuales ejercen estructuras
represivas" dice Victor E. Frankl como las que caracterizan el
artículo de Sennet.
"El hombre se orienta hacia el mundo que está
ahí fuera, se interesa por dar sentido a las cosas y a los
demás. Y no hay sólo búsqueda del placer y
poder sino también de búsqueda de
sentido".
No comparto con Sennet la visión de que no existe
la ocasión de fijar los acontecimientos como nuestros, o
de ser actores que no controlan su destino. En mi propia
experiencia hoy puedo cumplir la ilusión de realizar estos
estudios (tengo 46 años y una familia con tres hijos,
llevo 30 años trabajando) que quizá me darán
la llave o posibilitaran la transformación de una vida
laboral que no deseo, que no me gusta y que he aceptado por los
mismos condicionantes que muchas personas de mi edad, por la
rueda Social de pertenecer al fin del consumo y el bienestar para
mi y mi familia, que no me ha permitido mi desarrollo espiritual,
intelectual o psíquico en el sentido que yo
deseaba.
Todo marcha demasiado deprisa para que los valores de la
confianza, la lealtad y el compromiso mutuo….la inexistencia de
vínculos sólidos con la empresa, la
imposibilidad… impiden la posibilidad de contraer
compromisos.
Los cambios pueden ser tan positivos como que la
formación sea autodirigida, ser capaz de llevar a cabo sus
proyectos o programas de formación. No ser un alumno
receptivo y pasivo de manera que podemos cambiar la forma del
aprendizaje con la ayuda de Consultores en el caso de la UOC,
mentores, Coach….
Son tiempos de cooperación frente al caos en la
situación actual de las organizaciones. El modelo de
cooperación y en el intercambio de conocimientos ha
demostrado ser más eficaz, los tiempos en que se
competía por un puesto o un lugar solitario, buscando ser
el mejor y el único para la organización, se ha
cambiado por los objetivos globales.
Las nuevas organizaciones tienden a mezclar dentro de
sus estructuras cierto grado de orden y caos. Utilizando el orden
como aglutinante y el caos como creatividad, novedad y
experimentación, la mezcla entre seguridad y
riesgo.
En algunas empresas ya se están readaptando y
lemas como: "un espíritu de flexibilidad y
experimentación". El trabajador tiene libertad para asumir
riesgos experimentar, innovar, explorar nuevas ideas y generar
nuevos procesos de trabajo y nuevos productos" Y Una cultura en
la cual no existe la culpabilidad deja que los trabajadores
asuman riesgos se están incorporando a la
organización inteligente. En ambientes de cultura
empresarial orientada al cambio, la autoridad y la
jerarquía disminuirán pero no desaparecerán
por completo. Extraído de la revista Training &
Development.
No podemos dejar de lado el hecho de que aprender algo
nuevo supone para algunas personas pasar de la "competencia a la
incompetencia".
Nuestra sociedad no puede llegar a satisfacer todas las
necesidades humanas, y su compañera, la sociedad de
consumo, no hace más que crear nuevas necesidades a
satisfacer; pero la necesidad más humana. LA NECESIDAD DE
HALLAR Y DAR SENTIDO A NUESTRAS VIAS NO ENCUENTRA SITIO EN
NUESTRA SOCIEDAD.
En cuanto al fragmento del artículo que hace
relación a "nada a largo plazo trasladado al terreno de la
familia…* Me permito sugerir la lectura de Adela Cortina en su
libro "Alianza y Contrato" para darnos cuenta que siempre que hay
un movimiento fuerte y pendular se produce otro en sentido
contrario que lo compensa: por ejemplo nos indica que el humus de
la vida familiar debería ser el cariño mutuo, la
ternura, la preocupación constante, en fin cosas que no se
pueden exigir por ley… El contrato es la base de la sociedad
política y da lugar a los instrumentos del estado, la
alianza es la base de la sociedad civil y da lugar a las
familias, las comunidades y las asociaciones voluntarias.
Podría decirse, que el contrato, cuando no interesa se
mantiene por la fuerza externa, por la coacción, mientras
que la alianza se mantiene por un sentido internalizado,
personalmente asumido de identidad, lealtad, obligación
reciprocidad.
EL TRABAJADOR FLEXIBLE EN LAS DOS GRANDES CORRIENTES
CLÁSICAS (WEBER Y DURKHEIM)
Imaginemos a estos dos personajes tomando un café
en una salita, dónde una de las paredes fuese un inmenso
velador al que estuvieran asomando sus miradas y tratando de
analizar los comportamientos.
Durkheim: Estimado Sr. Weber ¿Se da usted cuenta
como la sociedad está por encima del individuo? Y lo digo
porque vea como está la situación del sujeto
trabajador dentro de este nuevo hecho social que se denomina
Globalización. Se encuentra adaptado a lo que la sociedad
le impone: Nada de horarios fijos, nada de seguridades…
actúa igual que el mercado de su Sociedad. Debe otorgar
sus conocimientos al servicio de las instituciones y así
será reconocido. Están cambiando su conciencia,
porque aunque esté pensando para sí y teniendo un
sentimiento de desprotección e indefensión no
podrá por ello dejar de actuar como ser Social.
Ahora, nuestro trabajador deberá actuar y
procesar cognitivamente este cambio para ser reconocido, es
decir, me reitero: la "nueva" identidad del trabajador
será otorgada por las colectividades que necesitan un
nuevo equilibrio y así se mantendrá el Sistema
Social. La pretendida crisis no está, pues no ha
desaparecido ningún orden social simplemente se
transforma. Esta sociedad es verdadera y esa la realidad de la
sociedad.
M. Weber: Admirable exposición pero, me va a
permitir que le exponga mi visión.
Ante nosotros tenemos una crisis y no por una
transformación sino por un cambio, una sustitución
de un orden social por otro.
Interpreto este nuevo orden de relaciones sociales
producto de transformaciones económicas en el modo
de producción y las contradicciones internas que existen.
Pues si bien el modus operandi ha cambiado el narcisismo
"psicológico" del individuo de la sociedad industrial se
sigue manteniendo. Mire, mire como tratan de conseguir sus
relaciones laborales por sí mismos, no se agrupan y luchan
por estar lo mejor preparados para el rol que quieren
desempeñar. No hay nada en la sociedad que sea diferente a
los comportamientos de los individuos. Y sino como se ha
producido este cambio tecnológico: pues claramente por las
acciones racionales de los individuos y los motivos
individuales.
Como sociólogos debemos analizar y predecir que
va a ocurrir desde luego con un nueva acción social: la
convivencia de los dos sistemas da origen a uno nuevo o las
diferencias serán más marcadas. ¿Cree usted
que habrá los suficientes mecanismos que sirvan para
garantizar la conformidad de los individuos con las nuevas
exigencias por el sistema social? Vea en que situación se
nos ha colocado el Sr. Sennet quien analiza con notable
penetración y cuantiosa información el contraste
entre dos ámbitos de trabajo radicalmente distintos: el
antiguo, en vías de desaparición, y el nuevo mundo
de las empresas en permanente crecimiento y cambio, un mundo de
riesgo, de extrema flexibilidad y objetivos a corto plazo, donde
se exigen individuos capaces de reinventarse a sí
mismos sobre la marcha.
Autor:
Carmen Moyano Rojas
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